Como soy el único miembro de este Blog con cierta decencia y amor propio, amén de el único que os mostraba un mundo de risas inimaginable, soy yo quien os despide.
viernes, 31 de enero de 2014
domingo, 12 de enero de 2014
Afel: Extinción (III)
Rápidamente desenfundé la pistochucillo y apunté a la voz que provenía de detrás. Jandro, para amenazar le basta con remangarse la camisa y dejar al descubierto su brazo forjado en la fragua de Hefesto.
W: ¿Quién coño eres y como te has metido aquí? Rápido, que yo estoy muy mal de la azotea eh
???: Esperad, esperad. Bajad las armas y... la manga de la camisa.
J: Vale, aprovecharé para tomar un batido de proteínas y hacer unas dominadas mientras cuentas la historia.
???: Veamos... el mundo se ha acabado y os vi, así que decidí seguiros. ¡Yo también quiero salvar la humanidad! Me colé por que sino me hubieseis dejado ahí con vuestro amigo el indigente.
W: Solo eres una cría. Nosotros somos dos hombres de pelo en pecho dispuestos a enfrentarnos con peligrosas criaturas, vivir aventuras límite y tener sexo con alienígenas de toma pan y moja en cada planeta por devolver la Tierra a la normalidad.
???: Bueno, pues yo soy Ethia, la ninja, y también puedo hacer eso.
jueves, 9 de enero de 2014
Afel: Extinción (II)
Con el resto de la gente transformada en algo parecido a muertos-vivientes, podía hacer lo que me diese la real gana por la carretera: velocidad elevada, sentido contrario y haciendo eses. Paul Walker me sonreía desde el cielo.
Aunque realmente no es nada excepcional, lo hago cada Sábado noche.
Iba en dirección a la Choza del músculo donde, en principio, tenía cita con Jandro.
Pero la cosa pintaba mal, el gimnasio estaba rodeado de esos seres y la puerta estaba abierta. Temía me lo peor.
Pero la cosa pintaba mal, el gimnasio estaba rodeado de esos seres y la puerta estaba abierta. Temía me lo peor.
Epílogo: Ethia Shippsex
Ethia era una joven pelirroja cuya vida había dado un vuelco
días antes. Nuestra querida heroína trabajaba tediosamente en una línea de fabricación
de rasenganes enlatados, un trabajo insustancial que no la llenaba en absoluto
y que pretendía abandonar una vez alcanzase cierta estabilidad económica que le
permitiese instaurar su propio negocio de perillas de pega, sin embargo, unos
días antes de que diese el gran paso llegó un nuevo trabajador, un joven
apuesto de pelos cobrizos y con cara de lerdo.
martes, 7 de enero de 2014
Afel: Extinción
Como la mayoría de alocados y desenfrenados jóvenes, en la noche de fin de año tenía preparado un guateque padre. Amigos, drogas, chatis y una masía alejada de la civilización. El plan pintaba riconudo.
Decidí tranquilizarme, al menos hasta que diesen las campanadas y luego ya, beber sin prisa, pero sin pausa. Todo se torció cuando un colega me propuso sustituir las tradicionales 12 uvas por 12 tragos de aguardiente. Una idea pícara sin duda. Yo, como macho alfa del rebaño acepté el desafío.
4 de ginebra, 4 de whisky y 4 de ron.
¿Quién me iba a decir que estaba a punto de salvar yo la humanidad de su extinción?
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