Ethia era una joven pelirroja cuya vida había dado un vuelco
días antes. Nuestra querida heroína trabajaba tediosamente en una línea de fabricación
de rasenganes enlatados, un trabajo insustancial que no la llenaba en absoluto
y que pretendía abandonar una vez alcanzase cierta estabilidad económica que le
permitiese instaurar su propio negocio de perillas de pega, sin embargo, unos
días antes de que diese el gran paso llegó un nuevo trabajador, un joven
apuesto de pelos cobrizos y con cara de lerdo.
Naruto – Oyó de repente Ethia que se veía ensimismada en sus
pensamientos onanistas – Me llamo Naruto. – Se volvió cayendo de nuevo en la
realidad y se percató de que aquella voz procedía del nuevo. – O…Oh, yo soy Ethia y me gustan las pollas de
zorro – Respondió tímidamente, para luego arrepentirse, lo cual mostró con un
titubeo incesante – Y-yo L- Lo sient… - No pudo seguir porque Naruto la había
acallado románticamente introduciendo su pene tenso en su boca.
-¿Te gusta? – Dijo Naruto con una risa maliciosa – Hace año
y medio que no me ducho y me gusta penetrar las cagadas de perro que me
encuentro de camino a mi casa debajo de un puente – Estas palabras solo
lograron aumentar la excitación de Ethia que hizo una mamada de dimensiones universales, la cual acabó con Naruto haciendole un chidori en la boca.
Y aquí comienza nuestra historia...
-Jack
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