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domingo, 8 de diciembre de 2013

Reseña: "El verano de Kikujiro"

Esto es un artículo serio, no esperéis humor negro ni muchas risas.

Buenas pequeños seres del inframundo que no han tenido el calor de una madre y tienen que leer blogs de mierda como este para saber que hay gente más enferma que ellos en nuestro preciado y asqueroso mundo.

Hoy, es de esos días que estoy verdaderamente feliz, yo sinceramente me considero una persona alegre y con bastante energía, pero gracias a una película que vi ayer, me he dado cuenta de muchas cosas y me ha alegrado tanto que cualquier cosa que me pasase hoy en mi contra, me importaría una mierda.


                     Hacerme caso por una vez en vuestra vida y poneos esto mientras leéis el artículo

Antes de empezar a hablar de la película, os contaré mis gustos cinematográficos para que vayáis conociéndome ya que, haré más de una reseña a películas que realmente me han gustado.

Para empezar, y como muchos de los que me conocen ya saben, adoro el cine asiático (en realidad todo lo relacionado con el oriente), yo ya lo he dicho, pero para mí en Asia se realiza el mejor cine del mundo. No quiero explicar ni desvelar mucho del cine asiático en este artículo ya que tengo pensado escribir uno entero relacionado con este. Mi género favorito es el de suspense, aunque últimamente me he visto muchísimos dramas (la mayoría coreanos) y me está gustando mucho ese género. Y hoy, os vengo a hablar de un drama, si más bien no también es comedia, que a mí personalmente, me ha cambiado muchísimo.



“El verano de Kikujiro”, así se llama la octava maravilla del mundo (vale, a lo mejor exagero, hay muchas películas más buenas) , del señor Takeshi Kitano. Sí, es el que salía en humor amarillo, que lo conozcáis por eso y no por su carrera cinematográfica me hace perder mucho la fe en el mundo. Un director que, tras ver algunas películas suyas, no me cabe duda que es de los mejores directores que ha conocido jamás esta industria que es el cine.

Sinopsis (sin spoiler)

Harry Potter muere y Naruto se hace con la piedra filosofal.

Bromas aparte, la película se nos presenta como un drama, una historia de un niño, llamado Masao, que termina las clases y se le presenta el verano, un verano aburrido para un niño de 9 años, pero un día viendo un álbum de fotos, ve a su madre la cual él no ha visto jamás, ya que vive con su abuela porque su padre murió en un accidente, así que al más puro estilo suicida decide ir en busca de su madre, pero su plan fracasa y se topa con una amiga de su abuela, la cual le obliga a emprender su viaje con su marido el cual es un antiguo yakuza. Solos y con tan solo una dirección, se ponen en busca de la madre de Masao, lo que no saben es el océano de aventuras que tendrán que vivir para llegar a su objetivo.


La película no se presenta como algo genial, de hecho, hay muchas películas que se presentan muy parecidas pero esta no es una de ellas. Se desarrolla algo lenta, y hasta la media hora no se presentan los problemas, ni la verdadera acción y carne de la película, sin embargo, hay una aura mágica que te rodea durante toda la película que hace que no puedas pensar en otra cosa que no sea en lo que tus ojos están viendo.
Takeshi Kitano ha conseguido transformar lo que podía ser una película con un argumento muy surrealista y sinsentido en algo, que es apasionante y divertido.

El guión de esta película es simple, pero se va desarrollando de una manera increíble, como una semilla de un árbol, que va creciendo, y le van apareciendo todas esas ramas con sus hojas que le hacen quedarse en lo que va a ser después, no es una película como las que hay ahora, que lo que te presentan durante la media primera hora es lo que va a ser durante toda la película, es un film que se va desarrollando poco a poco, y cada vez se expande más en un huerto del que parecía vacío.

Las actuaciones de Takeshi Kitano (El ex yakuza) y Yusuke Sekiguchi (Masao) son sublimes, Takeshi sabe llevar a la perfección a un yakuza medio tonto que solo sabe encontrar soluciones mediante la violencia, y Yusuke para ser un niño de 9 años, tiene una capacidad de enamorar al espectador increíble, yo soy partidista de que enseñar a un niño a ser actor, y más de películas dramáticas, es todo una faena y proeza la cual solamente unos pocos podrían cumplir, pero este lo hace, y con muy buenos resultados.
La banda sonora de la película es casi el punto más fuerte, una melodía que estoy seguro muchos de vosotros habréis escuchado en otra parte, al igual que yo, ya sea otra película, un vídeo de youtube o un anuncio de televisión, si me habéis hecho caso y la habéis escuchado tal como dije arriba, podréis ver el gran maestro que es Joe Hisaishi compositor de muchas películas de la Ghibli.

Y ya para acabar, diré que la sensación con la que te deja el final de la película es de alegría, pero con un vacío que solo tu sonrisa y lágrimas podrá llenarlo, así es, yo soy muy sensible con películas, y fue la primera vez que lloré con una sonrisa muy grande entre oreja y oreja, fue una sensación única e indescriptible, algo que espero, me vuelva a ocurrir pronto. Gracias Takeshi Kitano.

Saludos barbudos.


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